lunes, 23 de septiembre de 2013

Un bronce que sabe a poco


Terminó por fin la andadura de la selección española en el Eurobasket 2013 con una medalla de bronce conseguida, como no podía ser menos, apalizando a Croacia en el partido por el tercer y cuarto puesto. Y digo como no podía ser menos, porque España, en sus partidos ganados, lo ha hecho con una media superior a los 25 puntos de ventaja, perdiendo todos, absolutamente todos los partidos igualados, algo que dice poco bueno del encargado de llevar a buen puerto este nuevo periplo, el seleccionador Juan Antonio Orenga. Pasemos a analizar las claves de esta decepción a medias.

Falta de un líder

Imagen: Iñaki Amestoy Aramburu
Si en algún momento hemos echado de menos las importantes ausencias en esta selección, ha sido en los momentos claves de los encuentros. Cuando hemos necesitado un jugdor de referencia, no ha aparecido por ninguna parte. Pensé al principio que ese papel lo podría haber desempeñado Calderón, pero sus molestias físicas a lo largo del campeonato han sido un lastre para el extremeño. Y Marc Gasol, a pesar de ser un jugadorazo, no está hecho para tirar del carro de un equipo. Con un Juan Carlos Navarro, o un Pau Gasol, el partido de Francia no se hubiera perdido jamás. Ni el de Italia (octavo clasificado, fuera del Mundial), ni el de Grecia (undécimo clasificado final), ni siquiera el de Eslovenia. En todos ellos tuvimos ventajas cómodas en el marcador, y en todos ellos se produjo una empanada mental que permitió a los rivales acercarse en el marcador, no sabiendo resolver en ningún momento las situaciones límite.

La gráfica que acompaña este punto es significativa: muestra los puntos conseguidos en el último cuarto o en las prórrogas de los partidos perdidos. Contundente.

Seis jugadores y seis comparsas

Atrás quedaron los campeonatos en los que España tenía 12 potenciales titulares. El puesto mejor cubierto, en teoría, era el de base, con tres jugadores con label NBA, decisivos en sus respectivos equipos, como son Ricky Rubio, Jose Calderón y el Chacho Rodríguez. A ellos añadimos a Marc Gasol, a Rudy Fernández, a Víctor Claver...y pare usted de contar. Y ahora es cuando alguno me recordará que Sergio Llull anotó 21 puntos en el último partido ante Croacia....pero es que en los nueve restantes acumuló 42. San Emeterio ha sido una mala copia de sí mismo, alternando pinceladas magistrales (las menos) con pifias de infantil. Xavi Rey, un pívot que a mí me encanta, necesita 40 partidos más con la selección para estar al nivel. Se notó que fue de menos a más, pero no fue el recambio necesario para Gasol. Alex Mumbrú no fue el de otras ocasiones, con un lamentable porcentaje del 27% en tiros de campo. Pablo Aguilar estuvo bien en defensa, demostrando que es el futuro de esta selección, pero le falta todavía curtirse en mil batallas, y el bueno de Germán Gabriel aprovechó a su modo los pocos minutos con los que contó.

Falta de sistemas de juego

Me sorprendió negativamente la falta de recursos ofensivos de la selección. En infinidad de momentos reinó la anarquía más absoluta, un aquí te pillo aquí te mato que, si bien en ocasiones, gracias a la calidad de los nuestros, salió bien, en otras demostró que Orenga careció de planes alternativos cuando fallaba su estraregia de poste alto para Gasol, bien repartiendo el grandullón el juego desde las alturas, bien forzando pick & roll con el base de turno. No tengo datos al respecto, pero sería curioso saber cuántas veces lanzó España en posiciones inverosímiles al límite de los 24 segundos de posesión.

Pero no es un fin de ciclo....

Ciertamente, estábamos muy mal acostumbrados por esta selección. Tanto, que un bronce nos resulta un premio muy menor. Lo cierto es que, si hubiera entrado el triple de Calderón a excasos segundos del tiempo reglamentario contra Francia, lo más seguro es que ahora mismo estaríamos alabando el trabajo de este equipo. España sigue teniendo potencial para reinar en Europa durante unos cuantos años más, y estar entre los dos o tres mejores del mundo, no nos engañemos. Lo de este europeo ha sido un cúmulo de circunstancias que han acabado con un premio que hace 20 años nos hubiera sacado a la calle a celebrarlo, pero que hoy en día nos sabe a poco.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

España-Serbia: Hombres contra niños

Sergio Rodríguez. Foto: eurobasket2013.com
La verdad es que se me antoja complicado analizar un partido que se ha acabado a falta de 38 minutos y 5 segundos del final, cuando la selección española se ha puesto con un 8-0 de salida, diferencia que no ha hecho nada más que aumentar con el paso de los munutos. Podía pecar de eufórico, ya que ganar por 30 puntos en cuartos de final al líder del otro grupo invita a ello, pero prefiero ser cauto.

El resumen del partido podría ser el siguiente: a España le ha salido todo, a Serbia no le ha salido nada, pero sería simplificar demasiado las cosas. La roja ha salido a la pista convencida de su poderío, y exhibiendo sus galones de defensor del título, ante un equipo serbio jovencísimo, inexperto en grandes competiciones, en el cual ni si quiera sus jugadores más curtidos como Krstic o Bjelica han estado a la altura de las circunstancias. Y así, en el primer cuarto ha sido Rudy Fernández el que ha marcado la diferencia, con 13 puntos casi sin fallo, todo ello aderezado con la excepcional defensa de la que viene presumiendo el equipo español durante todo el campeonato, que ha provocado errores casi infantiles entre los imberbes jugadores serbios. Al final del primer periodo, 21-5 en el marcador, con todo el pescado vendido.

Tal diferencia entre ambos equipos ha permitido a Orenga dosificar a un tocado Calderón, que ha jugado poco más de seis minutos, y posteriormente a Marc Gasol, ya con el partido totalmente resuelto. Y, a falta de los dos grandes puntales del equipo, ha sido el amish Sergio Rodríguez el que ha destapado el tarro de las esencias, anotando todo lo que le llegaba a las manos, distribuyendo juego a diestro y siniestro, defendiendo, mandando ante una inoperante selección serbia, que no podía hacer otra cosa que contemplar el espectáculo en primera fila. 22 puntos en 23 minutos de juego, toda una declaración de intenciones.

Y poco más que contar. España ha llegado a ponerse 40 arriba, lo cual ha permitido la lógica relajación, y los minutos para los no habituales, con especial mención para Víctor Claver, que es como los huevos Kinder, nunca sabes lo que lleva dentro, o para los casi invisibles durante todo el campeonato Germán Gabriel y Pablo Aguilar.

Una vez más, se ha demostrado que los torneos de este calibre empiezan en cuartos de final. Da igual lo que hayas hecho, da igual que quedes primero de grupo si luego te cruzas con un favorito en el partido decisivo, como ya nos pasó en los Juegos Olímpicos de Atenas, donde nos encontramos por sorpresa a Estados Unidos como cuarta del otro grupo. El Eurobasket acaba de empezar, y España está en semifinales. Lo demás es historia.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Santa Claus llega en septiembre disfrazado de Orenga

Foto: Eurobasket2013.com
Tras ocho partidos disputados en el Eurobasket 2013, todavía no se a qué coño juega la selección española. Puede ser también que yo no tenga ni puñetera idea de baloncesto, que todo puede ser, a pesar de haber sido jugador y entrenador durante más de 20 años. Pero creo que no es el caso.

España hoy ha puesto al descubierto muchas cosas. Para empezar, su falta de sistemas de ataque. Única jugada: poste alto para Marc, y dos opciones: yo me lo guiso y yo me lo como, o vuelta a empezar. Y así no se puede ganar no ya un Eurobasket, ni siquiera un torneo municipal. Y eso que el bueno del pequeño de los Gasol se ha marcado un partidazo, con 32 puntos y 10 rebotes, pero un hombre sólo no es un equipo, y para ganar un campeonato de Europa hacen falta 12.

Y ese es otro de los enormes problemas de esta selección: la antaño denominada segunda unidad no vale ni para hacer ganchillo, con todos mis respetos para tan noble artesanía. San Emeterio, Llull, Germán, Xavi Rey, Mumbrú, Aguilar...(?) están a años luz de ser los jugadores que se ganaron un puesto en la selección. ¿Qué nos queda? Tres bases muy solventes, el puesto mejor cubierto entre los de Orenga, el cabraloca de Rudy, un Guadiana durante todo el campeonato, Claver, que tan pronto nos muestra el porqué coño se fijaron los Blazers en él como deja al descubierto sus innumerables carencias, y el bueno de Marc, al que le tienen que dar cinco hostias bien dadas para que le piten una falta, y que a pesar de su enorme partidazo, hoy no ha podido sacarlo adelante él solito.

Perder un partido que, a falta de 8 minutos, se ganaba de 14, es como para mear y no echar gota. Y más con una selección cuya casi única virtud es la excelente defensa que ha mostrado a lo largo del campeonato. Pero claro, si las bazas ofensivas se las dejamos a un San Emeterio que tengo mis serias dudas de que sea él, que para mí lo han secuestrado y han mandado a uno disfrazado en su lugar, o a un inoperante Sergio Llull, apaga y vámonos. 9 puntos entre los dos en 49 minutos acumulados. Lo dicho, para mear y no echar gota.

Una cosa ha quedado muy clara: estamos echando demasiado de menos las ausencias. Pero no es excusa, esto es lo que hay, han repartido las cartas y nos ha tocado una mano mala. Lo malo es que ni yendo de farol podremos pensar ni tan siquiera en oler el podio. Seguro que, por tocar los cojones, van y lo bordan en la fase decisiva y me tengo que comer con patatas mis palabras. Pero lo dudo.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Sin cestas no hay paraíso


Fuente: eurobasket2013.org
ESPAÑA, 60 - REPÚBLICA CHECA, 39

Quizás me equivoque, pero así como es casi imposible que un equipo nos venza consiguiendo menos de 40 puntos en un partido, se me antoja dificilísimo ganar un campeonato promediando unos tristes 60 puntos en ataque. Y es que debemos reparar en que estamos en la primera fase del torneo, los cocos del mismo no aparecerán hasta más avanzado el campeonato, y el primero que se nos desmelenó, nos metió 43 puntos en un pis pas de segunda parte.

Partido aburrido y malo de solemnidad el de hoy, lo cual a más de uno le habrá venido fenomenal a disputarse a la hora de la siesta. Nuevamente lo más destacado de nuestra selección fue su extraordinario orden defensivo, que fuerza a sus rivales a malas selecciones de tiro. Pero incomprensiblemente, todo ello no se aprovecha para desarrollar el arma que nos ha dado campeonatos en años anteriores, el contraataque. Y eso que comenzó el encuentro con un supervitaminado y supermineralizado Rudy Fernández, autor de los cinco primeros puntos en un abrir de ojos, que nos hizo pensar en un encuentro cómodo y con un abultado marcador. Pero fue un espejismo.

No tardaríamos en darnos cuenta que el ataque español sigue muy espeso, hoy con el agravante de que el eje sobre el que gira nuestra selección, Marc Gasol, anotó sus primeros (y a la postre últimos) dos puntos en el minuto 25 de partido. Casi por inercia, nos íbamos al final del primer cuarto con 11 puntos de diferencia, 18-7. Pero como ya viene siendo tradición, llegó el momento caraja de los nuestros, con una triste canasta en los primeros seis minutos de la reanudación, que hizo que los checos se pusieran a dos puntos. Afortunadamente, dos triples de Rudy y Claver, sumado a un 2+1 de Calderón, volvieron a poner las cosas en su sitio.

El segundo tiempo fue completamente infumable. Ninguno de los dos equipos consiguió anotar en los cuatro primeros minutos de la reanudación, con errores casi infantiles por parte de unos y de otros. La República Checa consiguió acercarse a 5 puntos, pero sería con su penúltima canasta del partido....y quedaban todavía 12 minutos! De aquí al final me he visto tentado a cambiar a los documentales de La 2, o a coger postura en el sofá y cerrar el ojillo, pero he aguantado estoicamente el coñazo de juego que nos han ofrecido hoy los hombres de Orenga. Al final, un tanteo que podía haber sido el del descanso de un partido cualquiera: 60-39.

O mucho cambia esto, o como sigan jugando a esta hora les va a volver a ver Rita la pollera. Porque un servidor no sacrifica su siesta sabatina para aguantar tostones como el de hoy.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Maljković muestra al mundo las carencias de España



Foto:eurobasket2013.org
ESLOVENIA, 78 - ESPAÑA, 69

Era inevitable. En cuanto un equipo nos tocara las cosquillas en defensa, con o sin la permisividad del trío arbitral, nos las íbamos a ver putas para ganar. Y así ha ocurrido a las primeras de cambio, enfrentándonos no a la selección de Eslovenia, sino a un equipo de Božidar Maljković, un experto en sacar de sus casillas al más pintado, un amarrategui convencido, que a lo largo de su extensa carrera cuenta por docenas sus triunfos basados en la mediocridad ofensiva pero también en una defensa numantina.

Hoy, lamentablemente, hemos echado de menos las ausencias. Y es que, nos guste o no, tenemos un único pívot, un único 5 nato, que, por muy bueno que sea, carece del don de la ubicuidad. Marc Gasol se ha mostrado imprescindible para esta selección, sin un sustituto de garantías, toda vez que el bueno de Xavi Rey está pagando la novatada del debut en una gran competición. Y no quiero parecer catastrofista, pero viendo la frecuencia de palos que se lleva el bueno de Marc, no las tengo todas conmigo para que acabe la competición sin muletas. De cada 7 hostias que le dan, pitan una, y ese baremo es totalmente contraproducente en todos los sentidos.

Parece, por otro lado, norma de la casa el empezar totalmente empanados cada cuarto. Raro es el periodo en el cual no tardemos 3 minutos en anotar. Y, con marcadores tan bajos, eso es un valor añadido para el rival. Si a eso sumamos el lamentable porcentaje de tiros libres (hoy, un tristísimo 61%) y la carencia en sistemas ofensivos en situacones complicadas, el resultado no es otro que una gran preocupación. Marc Gasol es una estrella NBA, es uno de los mejores center del mundo en este momento, pero no puede caer toda la responsabilidad sobre él. Cabe la posibilidad, como hoy ha ocurrido, de tener enfrente a jugadores dispuestos, literalmente, a dejarse los piños en el parquet, y si no se encuentran alternativas, el pronóstico no es demasiado alagüeño.

Nos queda cruzar los dedos y encomendarnos a un rutilante Jose Calderón, autor hoy de cuatro triples, casi todos inverosímiles, o al carácter y la fogosidad del bueno de Ricky Rubio, hoy totalmente desaparecido, o al trastorno de identidad disociativo de Rudy, ayer Dr. Jekyll, hoy Mr. Hyde. O a la intermintencia del Chacho Rodríguez, tan imprevisible como el Guadiana....porque del resto, poco o nada podemos esperar. Y que me perdonen los fans de Llull, Claver, San Emeterio y compañía, pero mi confianza en ellos dista mucho de lo deseable en este tipo de competiciones.

A por ellos, oeee.....




miércoles, 4 de septiembre de 2013

Una gran defensa ante una patética Croacia



Marc Gasol. Foto: eurobasket2013.org
ESPAÑA, 68 - CROACIA, 40

La selección española cumplió con el guión preestablecido y superó a Croacia, uno de los teóricos cocos del grupo, con mucha más facilidad de la esperada. Y lo hizo basándose en una extraordinaria defensa que en ocasiones rozó la perfección, y en las facilidades que ofreció la otrora gran selección croata, perdida entre la anarquía de su director de juego, el madridista Draper, y desaparición por completo de un Tomic más empeñado en dejar su codo marcado en la cara de algún español que en llevar las riendas de su equipo.

Y es que Croacia no tuvo en ningún momento el control del partido. Un 3-5 en el minuto 3 de partido fue su unica ventaja sobre un quinteto español que pronto pondría la directa, robando balones y saliendo al contraataque, con sos dos genios que tenemos en el puesto de base como son Ricky Rubio y Jose Calderón. Si a esto le unimos el poderío de Marc Gasol bajo los tableros, a pesar de recibir más palos que una estera, y la anarquía, a veces desquiciante, a veces genial, de Rudy, el resultado no pudo ser otro que acabar el primer cuarto 15 puntos arriba. En diez minutos se habían disipado casi todas las dudas.

El segundo periodo comenzó con una caraja colectiva, que nos llevó anotar un triste punto en los cuatro primeros minutos de juego, pero no había problema: Croacia estaba tan empanada o más. Fue un duelo de despropósitos que desatascó finalmente Mumbrú con un triple que dejaba las cosas poco más o menos como estaban, con 13 puntos arriba.

El partido de rompió definitivamente en el tercer cuarto, con dos espectaculares jugadas de Rudy, esta vez en versión genio (cómo gana este chico cuando no hace aspavientos) mientras Gasol se seguía partiendo la cara debajo de los tableros y Tomic intentaba partir alguna por él mismo. No tuvo mucha más historia este partido, con un último cuarto para olvidar, en el cual Croacia estuvo los 8 primeros minutos sin anotar (!), y con un reparto de minutos a los no habituales por parte de un Orenga que tardó en dar por finiquitado el partido y dió minutos de más a un Marc Gasol que es el eje sobre el que gira la selección, y que todo lo que no se desgaste nos vendrá bien en una competición con partidos casi todos los días.

Me gustó:
* La extraordinaria defensa a lo largo de todo el partido. Dejar a Croacia en 40 puntos no lo hace cualquiera.
* La motivación y el compromiso de Marc Gasol, su implicación en el juego, su inteligencia...
* El trío de bases que tenemos. Ricky, Calde y el Chacho es una tripleta casi insuperable.
* La aportación de Pablo Aguilar en labores defensivas

No me gustó:
* La nula aportación de Xavi Rey y San Emeterio, una sombra de lo que fue.
* Los (habituales) números de Victor Claver. 0 puntos
* Los pasecitos por detrás de la espalda, y los pasecitos en el aire. Como decía aquél, tonterías, las justas.